Julio C. Ruiz Rodríguez
Graduado en Humanidades y Patrimonio, mención en Historia y Patrimonio (Universidad de Castilla-La Mancha).
Máster universitario en Arqueología Clásica (URV).
Investigador predoctoral en el Instituto Catalán de Arqueología Clásica.
“De la oferta existente en la península ibérica, este máster me pareció el más idóneo para lo que yo buscaba, teniendo en cuenta además que es impartido por tres instituciones de prestigio no solamente en Catalunya, sino en todo el ámbito nacional: la Universidad Rovira y Virgili, la Universidad Autónoma de Barcelona y el Instituto Catalán de Arqueología Clásica.”
¿Cuál fue tu motivación principal para apuntarte al máster?
Desde siempre he sabido que quería hacer el doctorado, y para eso tenía que hacer antes un Máster especializado en Arqueología Clásica para dedicarme al estudio de la cultura romana. De la oferta existente en la península ibérica, este máster me pareció el más idóneo para lo que yo buscaba, teniendo en cuenta además que es impartido por tres instituciones de prestigio no solamente en Catalunya, sino en todo el ámbito nacional.
¿Qué es lo que más te gustó del programa?
Me ha gustado el interés para desarrollar reflexiones sobre todo tipo de aspectos relacionados con muchas disciplinas de la arqueología. Es destacable la variedad de asignaturas y su vertiente práctica. A nivel personal aprendí mucho sobre epigrafía y arqueometría, que es en lo que más estoy trabajando desde entonces.
¿Qué impacto ha tenido o crees que puede tener el máster en tu carrera profesional?
De momento este impacto ha sido muy positivo, ya que en la actualidad estoy haciendo mi tesis doctoral en Arqueología Clásica a través de la URV y el ICAC. Así mismo, el provecho que he extraído del máster se ha visto reflejado en la obtención de dos becas para realizar mi doctorado, habiendo tenido incluso la oportunidad de decidir cuál de las dos era la que tenía mejores condiciones, la que más me convenía.
¿Qué motivos tienes para recomendar el máster?
Como ya he dicho, de entre todos los másteres existentes en la península, es el que me parce más conveniente al menos para mí perfil. La duración (2 años) permite hacer un Trabajo Final de Máster más productivo, dado que hay un cuadrimestre reservado sólo para ello. Se podría pensar que es más práctico un máster de un año, pero en mi opinión el trabajo final no podría aprovecharse igual, y, además, aunque se podría pensar en principio que se puede perder un año en comparación con otros másteres, nada de eso. Por ejemplo, en mi caso, esta condición del máster me permitió hacer más contactos de cara a la tesis doctoral y desde el primer curso ya estaba enviando mi primera publicación científica y asistiendo a mi primer congreso.